miércoles, 11 de junio de 2008

VENTA DE CONCIENCIA AL MEJOR POSTOR?
Acomodos por sillón del Congreso dividen al Apra
Negreiros y Velásquez disputan candidatura aprista a presidencia. Humalismo y UPP juegan a ganar en río revuelto oficialista"
Por Jorge Saldaña Ramírez
DIARIO EL COMERCIO 11/06/08
Existe la escopeta de dos cañones. Por culpa del aprismo --cuya bancada está dividida a propósito de la próxima elección para la presidencia del Parlamento-- se frustró ayer en el pleno el arranque del debate de fondo para reformar parcialmente la actual Constitución de 1993.
El descarrilamiento de la discusión matinal en el hemiciclo se produjo cuando el legislador aprista José Carrasco Távara se disparó por su cuenta en un claro intento de demostrar que no existe un espíritu corporativo para cambiar parcialmente la actual ley de leyes, tal como solemnemente había subrayado minutos antes su correligionario y presidente de la comisión de Constitución, Javier Velásquez.
Lo dicho por Carrasco fue como poner la pelota en la cancha del rival para que este la pateara. "Es un deseo mayoritario del pueblo aprista volver a la Constitución de 1979. Estamos por la reforma de la Constitución plena, no por partes ni por parches. Y vamos a persistir para que esto (la vuelta a la Constitución de 1979) pueda materializarse lo más pronto posible. El Apra y el pueblo aprista jamás han claudicado en su intención de volver a la Constitución de 1979", dijo Carrasco.
Otros dos voceros del ala dura del aprismo acompañaron a Carrasco. Aurelio Pastor dijo que la Constitución de 1979 trae "la utopía de la sociedad a la que todos aspiramos", pero fue Luis Negreiros quien habló directo: "La vuelta a la Constitución de 1979 puede continuar intentándose hasta el 2011".
Para entonces, los legisladores de Unidad Nacional (UN) se preguntaban si no era el aprismo el que no quería ninguna de las reformas constitucionales parciales acordadas: cambio en la administración de justicia, retorno de la bicameralidad, renunciabilidad del mandato congresal y modificaciones de procedimiento en la Cuenta General de la República y para la elección de autoridades del BCR.
Los únicos que se frotaban las manos eran los legisladores del Partido Nacionalista y de Unión por el Perú (UPP). El upepista Oswaldo Luizar se 'colgó' de la fisura aprista y planteó que el plenario congresal definiera primero si se retorna a la Constitución de 1979 o se reforma parcialmente la actual. "Si sumamos los 42 votos del humalismo y UPP más los del aprismo, que son 36, superamos los 61 votos y podemos ir a un referéndum para que el país también se pronuncie", clamó Luizar.
El presidente del Congreso, Luis Gonzales Posada, quiso superar este problema, pero fue en vano. De inmediato los voceros humalistas Daniel Abugattas y Martha Acosta anunciaron el acopio de firmas para empezar el debate del retorno a la Constitución de 1979.
La intervención de Víctor Andrés García Belaunde (AP) no hizo más que ponerle la guinda al pastel: "¿Qué queremos? ¿Una Constitución firmada por Víctor Raúl Haya de la Torre o por (Jaime) Yoshiyama? Yo me quedo con (la de) Víctor Raúl".
Para entonces el "clima constitucional" de consenso estaba hecho trizas. Raúl Castro, Hildebrando Tapia y Juan Carlos Eguren (todos de UN) rechazaron volver a la Constitución de 1979 por ser, dijeron, una locura. La pulla política la puso su colega Lourdes Alcorta, quien se quejó del discurso de Carrasco: "Cuando uno dice una cosa y hace otra, mejor es callarse la boca". El aludido solo dijo: "¡Nunca le voy a responder a una dama por más malcriada que sea! El PPC firmó con el Apra la Constitución de 1979. ¡No quieren regresar a sus orígenes!", denunció. La bulla en el hemiciclo era ensordecedora.
La fujimorista Martha Moyano no soportó más y acusó que quienes quieren el retorno de la Constitución de 1979 no han evolucionado. Carrasco Távara había abandonado su curul --dicen-- para atender una llamada telefónica procedente de Palacio de Gobierno. Un desesperado Mauricio Mulder fungió de intérprete al decir que lo dicho por Carrasco era una simple opinión. Se suspendió el debate a las 11:52 a.m., pero la polarización política continuó en la tarde. La sesión se reanuda a las 10 a.m. de hoy.
Entretelones de la Junta de PortavocesSegún relató a El Comercio el vocero de Unidad Nacional, Luis Galarreta, fue muy singular el comportamiento del presidente de la Comisión de Constitución, Javier Velásquez, en la Junta de Portavoces realizada el lunes en la mañana.
Resulta que en esa cita apareció Velásquez y manifestó que se había reunido con el vocero humalista Cayo Galindo.
También sugirió a los voceros de las otras fuerzas políticas que había que atender el pedido del humalismo para exonerar del trámite de dictamen de la comisión y de su publicación en el portal del Congreso sus cinco proposiciones de reforma constitucional en el régimen económico-financiero de la Constitución de 1993. La finalidad era incorporar estos proyectos de ley en la agenda priorizada de debate constitucional programada para realizarse en estos tres últimos días de legislatura.
Según Galarreta, fue Velásquez quien dijo que era bueno que cada grupo tuviera sus temas para debatir. Y fue allí que, por mayoría de votos, la Junta de Portavoces rechazó este pedido del humalismo, por lo que esos cinco proyectos de ley debieron seguir su trámite regular de dictamen.
"Entonces el primer error lo comete el partido de gobierno, y puntualmente el presidente de la Comisión de Constitución, que quiso hacer recíprocas concesiones en el marco de su espíritu concertador, quizá con la idea (de su candidatura) de futuro", indicó Galarreta.