miércoles, 23 de julio de 2008

EL COMUNISMO ESTÁ MATANDO VENEZOLANOS
Chávez y su errada política
Por Carlos Ball. Periodista
www.piuraweb.com
Uno de los logros más impresionantes de Hugo Chávez ha sido la reaparición de gran número de enfermedades que generaciones de excelentes médicos habían logrado extinguir y que ahora están matando cada día a más niños y adultos en Venezuela.

El ex ministro de Sanidad José Felix Oletta declaró recientemente: "Hoy en día existe una transición epidemiológica en Venezuela... las enfermedades, tanto las degenerativas o crónicas, las infecciosas, así como las que han debido desaparecer mediante el control por vacuna, han ido creciendo vertiginosamente".

Los venezolanos están de nuevo sufriendo enfermedades que se habían logrado exterminar. Entre las enfermedades infecciosas que habían desaparecido con la utilización de vacunas están la viruela (erradicada en 1956), la polio (desaparecida en 1989) y la difteria (en 1992), pero esta última, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud, reapareció el año pasado, sin que lo reportaran los boletines del Gobierno.
También otras que se habían controlado con vacunaciones: la parotiditis (146 mil casos), la varicela (lechina) y el sarampión.

A partir de 1945, los médicos Arnoldo Gabaldón y Alberto Fernández desarrollaron una exitosa campaña para erradicar el paludismo (malaria), que había sido una de las principales causas de muertes en Venezuela hasta que se aplicó la campaña de DDT en todo el territorio nacional.
Durante los años 30 murieron de paludismo 109.000 venezolanos. Ahora reaparece el paludismo, lo mismo que el dengue, otra enfermedad transmitida también por zancudos, con 102 mil casos reportados en los primeros meses de este año.
La causa es el abandono de las campañas preventivas y de programas de saneamiento. A los de camiseta roja no les importa mucho que las ciudades y pueblos estén llenos de charcos y de basura sin recoger, por lo que se multiplican los mosquitos y las ratas.

Hasta 1998 se vacunaba a todos los niños venezolanos con la triple, vacuna contra el sarampión, la rubeola y la parotiditis. En 2006 solo se vacunó contra la rubeola; en 2007 fueron vacunados menos de 40% de los niños y este año hay 40 mil casos más de varicela que el año pasado.

Por su parte, el Ministerio del Poder Popular para la Salud, lejos de informar, prevenir y erradicar enfermedades, se ha convertido en un ente politizado con instrucciones de reportar solamente aquello que conviene al palacio presidencial.
Esto nunca había sucedido en Venezuela.
El 18 de mayo del año pasado el presidente de Venezuela anunció la sustitución del ministro del Poder Popular para la Salud, el médico Erick Rodríguez, por el teniente coronel del ejército Jesús Mantilla. Tras su nombramiento como ministro, el oficial dijo que su principal tarea es "garantizar el derecho a la salud de todos los venezolanos".

Actualmente hay unos 20 mil médicos cubanos en Venezuela en la Misión Barrio Adentro, el programa de intercambio de petróleo por médicos, y estos profesionales tienen además la obligación de adoctrinar sobre el comunismo a la gente pobre que examinan.
Pero Barrio Adentro, en lugar de reportar a las autoridades sanitarias venezolanas que pagan sus salarios, reporta al Gobierno Cubano y un creciente número de esos médicos cubanos están desertando, escapándose a Colombia. Otro fracaso "bolivariano".
EDITORIAL
La repulsiva conducta de algunos parlamentarios
DIARIO EL COMERCIO
PWN,JULIO 2008.-
Por enésima vez somos testigos de otra desvergonzada conducta parlamentaria, que degrada aun más al Congreso. Esta vez, la conversación entre Carlos Torres Caro y Gustavo Espinoza revela esa pervertida forma de hacer política que, en lugar de servir a los electores, promueve el todo vale y el vil aprovechamiento personal.

"Hay que pensar en el país", le dice Espinoza. "No, no, aquí es el bienestar de nosotros primero. Antes de pensar en el bienestar del país tiene que estar el bienestar tuyo" refuta este neofilósofo de la bribonería.
Tal franqueza de Torres Caro, despojado del disfraz que usa ante cámaras, solo fue posible por una grabación subrepticia e ilegal que hizo Espinoza, quien, sabiendo de su ardid, asume una falsa preocupación nacional.

Ambos son emblemáticos tránsfugas del humalismo. Uno conocido por tomar fotos en Brasil a sus colegas y filtrarlas para que parezca una francachela, en tanto que el otro lanzó irresponsablemente y sin sustento una denuncia de violación sexual contra un ex presidente.
Ahora, el primero se desnuda y descalifica por sus frases y el segundo por su montesinista forma de grabar a escondidas para luego chantajear.

¡Y después se preguntan por qué el Congreso está tan desprestigiado! La sanción contra Torres Caro y Espinoza debe ser ejemplar y no un enjuague más.
Si el tema estuviera en manos de los votantes, con la postergada renovación por tercios, muchos otorongos dejarían sus cargos no solo por un asunto de relevo democrático sino por una urgente profilaxis ética.

domingo, 20 de julio de 2008

la radio